lunes, 10 de octubre de 2011

Cuesta, punto.

¿Por qué nos cuesta tanto luchar por lo que queremos?¿Por qué dejamos escapar nuestros mayores sueños?¿Por qué?
Nos limitamos a mirarles y a quererles en silencio, a escondidas sin querer ser descubiertos. Nos callamos por miedo, miedo a que todo cambia, a no saber que hacer, miedo a una reacción, miedo a que algo empiece y que luego acabe, miedo a todo, miedo a nada. Porque al fin y al cabo, ¿qué tenemos?No tenemos nada, solo tenemos esa sensación de que algo ha nacido en ti, que algo crece y te gusta como te sientes cuando estás con esa persona. Entonces, ¿por qué no intentarlo? Aquí volvemos al mismo sitio, miedo.
¿Por qué debe de haber siempre algo que nos impida conseguir lo que deseamos? ¿Por qué nos retiene? ¿Por qué nos impide tener esa felicidad que queremos aunque sea efímera?
¿Por qué no podemos mostrarles todo lo que significan para nosotros? ¿Por qué no somos capaces de decirles de una vez a la cara: "sí, me gustas/te quiero, y ¿qué?"?
Tampoco somos capaces de decirles lo mucho que les queremos, lo mucho que nos gustan, el bonito de sus ojos, lo bonito de su sonrisa, lo que más nos gusta de ellos, como nos gusta esa risita o mil cosas más. No podemos mostrarles lo que significan realmente.

No hay comentarios:

Publicar un comentario